INTEGRACIÓN + ARQUITECTURA + ESPACIO PUBLICO
11:54
Colegio Santo Domingo Savio
Medellín Colombia, 2005 – 2008
Obranegra arquitectos [Carlos Pardo Botero, Mauricio Zuluaga Latorre y Nicolás Vélez Jaramillo]
fuente: http://vitruvius.com.br/revistas
Este Colegio se encuentra ubicado en la ladera Nororiental de Medellín, en una de las zonas más pobres y violentas de la ciudad, debido al abandono y a la falta de inversión del estado.
A partir de la construcción del Metro Cable (2003), se inicio un proceso de transformación urbana y social, recuperando el espacio público y las cuencas hídricas, se tendieron puentes entre barrios que durante años vivieron en conflicto, se reubicaron viviendas y se construyeron entre otros equipamientos la Biblioteca España y el Colegio Santo Domingo Savio
Este colegio responde a las condiciones del lugar y reinterpreta algunos elementos característicos de la arquitectura del barrio como son las terrazas, balcones, grietas urbanas y escalinatas, que en la mayoría de los casos presentan una relación directa con el paisaje y la ciudad.
A partir de los accidentes geográficos del lote y aplicando el concepto de escuela abierta, “el cual consiste en deshacer los límites físicos y mentales de los colegios” se propone una Plaza Mirador (3.900 M2) sobre la cubierta del colegio la cual opera como lugar de encuentro y espacio para el intercambio de valores de toda la comunidad. Por estar al mismo nivel de la vía permite articular el colegio con la estructura urbana, y soluciona la integración de los dos colegios existentes a partir de diferentes conexiones peatonales.
La fuerte topografía del lote, la geometría irregular y su condición de mirador natural, definieron el emplazamiento y la forma sinuosa del edificio.
Su esquema en “L” genera un patio abierto hacia el oriente donde se desarrollan las actividades recreativas, deportivas y lúdicas del colegio.
Como sucede en todo el barrio, el paisaje (la ciudad o la montaña) se convierte en un referente obligado en todos los recorridos, plazas, grietas, aulas y especialmente en sus balcones que se abren al paisaje a través de unos elementos verticales de Madera Laminada que operan como una doble piel logrando minimizar el impacto del medio ambiente (asoleamiento, lluvia, vientos etc.), y dándole una mayor calidez y unidad formal al edificio.
“La singularidad del proyecto arquitectónico radica en su capacidad de propiciar espacios para el encuentro y el dialogo, permitiendo estar en contacto permanente con el paisaje y la ciudad en cada una de las estancias y recorridos del edificio”.
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